De un Megalito a otro

Aquellos que BUSCAN contínuamente, en las PIEDRAS en este caso (además de ir perdiendo la chaveta), saben perfectamente el sin fin de peripecias que surgen en semejante aventura.

En este otro lado, en el físico, ¿Quién no ha hecho alguna vez mil kilómetros para encontrar el centro de recepción de un Monumento Megalítico cerrado por vacaciones, saltado muros, alambradas y setos, cruzado rios, arroyos y sembrados, subido jadeante, bajado a trompicones, trochas y barrancos, decepcionado porque no o maravillado porque sí, perro que te ladra o toro que te mira?

Quizás porque yo ya esté inmerso en el proceso entre paréntesis, ahora me ha dado por repetir, involuntariamente, fotos idénticas en diferentes momentos, en distintos viajes, de modo que cien años después me tropiezo con ambas, y entonces leo el envés. 

Yo iba desde la Sierra de Cazorla hacia Gorafe, a ver los dólmenes. Por Cabra del Santo Cristo y Alicún de Ortega. Me gustó este árido paisaje y tiré una foto desde el mismo coche, en Marzo de 2001. Volví a pasar por el mismo lugar, y el mismo motivo, en Noviembre de 2006. Lo que en Primavera era árido, en Otoño desértico.

 

En la desembocadura del Rio Sado está Alcacer do Sal. En Junio de 2007 el rio bajaba crecido y yo hacia Montemor o Novo. En Octubre de 2009 el nivel estaba bajo y yo dirección Lisboa.

En Octubre de 1997 me di un paseo por Venta Micena, en Orce. Nada más llegar a este bonito pueblo aparqué en el primer sitio que encontré en una plazoleta, y tiré una foto donde el plátano ha atrapado el cartel y parece engullirlo. En Octubre de 2007, justo diez años después, fuí a visitar el impresionante yacimiento de El Argar de Castellón Alto (¡no dejar de visitarlo!), en Galera. Volví a pasarme por Orce y aparqué en el primer sitio que encontré en una plazoleta, y tiré otra foto, que me sonaba de algo, donde el plátano ya empieza a hacer la digestión del cartel.

 

Una vez, buscando un dolmen, me topé con un equipo de arqueólogos sacando a la luz un dolmen. Alabado sean los dioses.

Me encantan los dolmenes matizados, restaurados o no, visitables con horarios o no, majestuosos, espléndidos o suntuosos. Idéntico sentimiento me embarga ante aquellos que ya solo son un sutíl amago. Por eso Mircea Eliade dice: "Se explica la desgracia y la ruina del hombre que no tiene imaginación. Está privado de la realidad profunda de la vida".

Dólmenes de Encinas Borrachas (Ronda)

Los portugueses, a los que profeso gran admiración y reconocimiento, suelen facilitarte los accesos a sus megalitos, y lo hacen sin cemento ni hormigón, ¡¡Aprende Alberite!!

Azul y blanco en el Alentejo... y en Almagro, Ciudad Real.

Es el momento de aclarar que el "asunto" fotográfico es para mí un solo dato más que añadir a los que componen el argumento de la información, de la recopilación de datos de un megalito, como pueden ser el lugar exacto donde se ubica, los diferentes accesos, carreteras, pistas, senderos, término, pedanía, freguesía, fecha, descripción, etc..

Para fotografías interesantes de megalitos pueden visitar el blog de Ángel Hernández o el de Emilio José Pérez.